Una de las metas que la manufactura aditiva tiene, es la aceleración de los procesos de producción, así como la diversificación de productos a través de diferentes aplicaciones con el menor costo posible para satisfacer las demandas que la industria requiere.
El prototipado rápido y la producción en sí, son dos conceptos en definición distinta, pero en forma cronológica llevan una relación. Descubre los conceptos relacionados con estos dos términos y las diferencias entre cada uno.
A menudo, la manufactura aditiva, comenzó siendo más un prototipado rápido que, consistió principalmente en la búsqueda de herramientas y soluciones con la intención de evaluar su forma, más que su función, al igual que evaluar su tamaño, aerodinámica, defectos a corregir, entre otros, para que el lanzamiento de un producto fuera acelerado. Para esto, tradicionalmente se implementaban técnicas y materiales que nos llevaba a tiempos de espera largos y a la vez costosos.
Cuando se comenzó a utilizar el prototipado se carecía de un software para el diseño en 3D, además, los materiales con los que se trabajaba no contaban con las características que la producción de piezas de uso final requería.
Con el paso del tiempo el prototipado evolucionó, principalmente, por la calidad de las resinas utilizadas en los materiales y las tecnologías en 3D. Con estos avances y ya con un software 3D fácil de utilizar, fue que la industria tuvo un gran avance, logrando crear piezas de uso final, y a su vez, a la producción de piezas.
En la actualidad la impresión 3D de prototipos está avanzando hasta convertirse en manufactura aditiva con un mayor número de piezas con una gran durabilidad, dando resultados exitosos, que a su vez son muy similares a la inyección de plástico, ya que es posible hacer estudios y agregar estructuras complejas y optimizadas, lo cual nos permite conseguir figuras que son imposibles crear con el método de inyección o maquinado CNC, ahorrando material. Esto se le suma que los tiempos de entrega son mucho más cortos que la manufactura tradicional.
Así que las diferencias entre el prototipado y la producción se pueden resaltar en los tipos de tecnología en los que suelen ser fabricados.
Para la creación de prototipos, la tecnología FDM es ideal para estas aplicaciones gracias a los materiales duraderos que soportan condiciones de pruebas rigurosas.
Así mismo tecnologías como SAF y P3, permiten la producción de piezas de uso final, con acabados de calidad y duraderas.
Se espera que la industria continúe creciendo y expandiéndose sin signos de desaceleración. Para sacarle provecho a estas tecnologías es importante conocer qué tipo de aplicaciones aplican a tu proyecto o a tu empresa. Ahora bien, si tu necesidad es aumentar el ciclo de vida del desarrollo de tu producto y llegar al mercado más rápido, lo ideal son los prototipados. Si deseas piezas robustas y de grado de producción con una consistencia inigualable fabrica con tecnologías diseñadas especialmente para producciones de gran volumen.
En la actualidad existen centros de servicio de impresión 3D como 3DLAB, que te proporcionan tecnologías confiables que garantizan calidad en tus piezas, ya sean piezas únicas o una producción de varias piezas.
Mejora tu productividad, y tus procesos.
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